MIEDOS, AMENAZAS Y ANÓNIMOS EN MORROPON
Víctor Domínguez López.
Desde hace unas semanas, ha llegado una entrega de cumananas a mis manos. Todas ellas referidas a la actual gestión del Sr. Modesto Palacios, Alcalde del distrito de Morropón. El y toda su administración son las víctimas de dichas cumananas, que con sabor picaresco, tono de amenaza y en momentos con aires de insulto, buscan hacer notar la insatisfacción de cierto sector de la población por la forma como se están realizando las cosas en la municipalidad del distrito. El malestar de la población lo he verificado personalmente y está referido a dos razones básicamente: copamiento de los puestos de trabajo por parte de gente foránea y por otro lado las sospechas de mal uso (corrupción) de los recursos por ciertos funcionarios.
El malestar por la gestión actual es un hecho. Sin embargo, quiero llamar la atención por la forma cómo se está canalizando dicho malestar.
En principio, el malestar de la población contra la gestión no es exclusivo de Morropón. A nivel de todo al país se siente dicha incomodidad contra las gestiones locales, en unas más que en otras. Lo que sí es preocupante es cuando dicho malestar se convierte en amenaza contra los actores: Alcalde, funcionarios y ciudadanos. Algo, sin duda, denunciable y punible desde donde se le mire. La amenaza a la integridad personal es algo que se debe evitar en cualquier situación.
Por otro lado, muy mal hace el alcalde de hacer oídos sordos al malestar de cierto sector de la población. Por el contrario, debe mirar como una oportunidad dicha desazón para hacer un balance de la gestión, identificar errores y verificar aciertos que me permitan identificar estrategias para mejorar mi intervención. El Sr. Modesto debería escuchar el sentir morropano, de la oposición que le de luces para aplicar acciones correctivas que mejoren su gestión tanto a nivel de personal como de la ejecución de obras. De lo que se trata es de tener una gestión eficiente, transparente y eficaz.
Por otro lado, es poco serio que la población o algunas personas del distrito se escuden en el anonimato para expresar su discrepancia y cuestionamiento a actual gestión. Le quita legitimidad y veracidad a los cuestionamientos que los lleva a convertirse en chismes y comentarios de esquinas y plazas.
La población, ante tales situaciones, debe hacer uso de los mecanismos legales que existen para interpelar o vigilar la gestión: Vigilancia Ciudadana, Rendición de Cuentas, Auditoría, Cabildo, Revocatoria, Remoción y otros que están a disponibilidad de la ciudadanía para que realice la fiscalización respectiva. Amenazar sin dar la cara, denunciar sin querer ser reconocido es de cobardes, anti ético y de poco provecho para el desarrollo distrital, si acaso interesa tal desarrollo.
No hay duda, que Morropón necesita de liderazgos capaces de responder a las necesidades de fiscalización y control que hay en el distrito, así como de liderazgos municipales que sean capaces de convocar a la población, escuchar su percepción y responder adecuadamente a las demandas. El único camino frente a la situación que se vive en la tierra del tondero y la cumanana, es el del dialogo y la concertación. Sólo hace falta que surjan líderes capaces de impulsar dicho proceso, tanto desde el gobierno local como de la ciudadanía en general. El desarrollo no puede quedar a merced de las incógnitas, del cuchicheo en las esquinas y plazas, de las denuncias inconsistentes y de sospechas que lo único que hacen es agravar aún más la situación antes que encontrar soluciones en aras a la convivencia pacífica y desarrollo de los pueblos.
P.D. En cuanto a la gente foránea no tengo nada que decir, ya que a mi modo de ver no importa quién esté y de donde sea, sino la exigencia común a todo trabajador: Hacer bien las cosas para la que se le ha contratado. El argumento de si es o no del lugar para laborar en la Municipalidad, habría que despedir a miles de trabajadores, entre ellos morropanos, que laboran fuera en otras municipalidades. Se contrata a alguien no por compadrazgos o favores, sino por capacidades y en algunos casos, identificación con el trabajo a realizar.
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